Por Jesus Lopez
La necedad de Andrés Lillini de usar al argentino Gustavo del Prete es una de las razones por las que Pumas se encuentra al borde de la eliminación en el Apertura 2022. El ‘Tuti’ se desapareció después de la jornada 2 de tal manera que Pumas parecía jugar con uno menos en las fechas siguientes.
El estratega le dio el voto de confianza al ex jugador de Estudiantes de La Plata con la esperanza de que pronto se adaptara al equipo, eso nunca sucedió y con la posibilidad de ser despedido sólo le quedó mandar a la banca a su consentido que le costó 90 millones de pesos a la institución.
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Era el becado o su trabajo y tomó la decisión razonable, del Prete cayó a la banca. Su lugar lo ocupó César Huerta, un joven mexicano que tenía relegado en el banquillo, el Chino sólo había sido titular en uno de los primeros 11 partidos del certamen, regularmente sólo entraba en los minutos finales.
Con una gran sed de revancha después de que en Chivas lo dejarán atrás de troncos como Uriel Antuna, el Chino ha respondido en sus más recientes cuatro juegos con un par de asistencias y sobre todo algo que le faltaba al estafador argentino: la garra y entrega que caracteriza a Universidad Nacional.
Mientras el ‘Tuti’ terminó por ser una de las inversiones más caras en la historia del club (4.5 millones de dólares), el Chino apenas tiene un valor de un millón en el portal especializado Transfermarkt. En este momento es el ejemplo perfecto de que sí hay mexicanos que pueden ser mejores a los extranjeros, pero los técnicos prefieren taparlos, ahora ya le robó su lugar al becado favorito de Lillini.
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