Por Jesus Lopez
Cuando jugó en Pumas enamoró inmediatamente a la afición, pocos jugadores generan lo que Erik Lira hizo en muy poco tiempo, reconocido como proyecto de Andrés Lillini, el joven centrocampista de inmediato se distanció de su generación por su fútbol aguerrido y muy bien pensado, mismo que lo sacaría del club incluso antes de hablar de una consolidación en primera división.
Cruz Azul de inmediato se interesó en el canterano y pagaron 4.5 millones de dólares por Lira, un fichaje que nos recordó a los tiempos de Ares de Parga pues el jugador no tenía muchas intenciones de dejar al club de sus amores en el que estuvo desde que era balonero, pero se fue pensando en su futuro y en un posible salto al futbol europeo.
La primera temporada de Lira fue muy buena, pero poco a poco fue bajando su nivel y protagonismo e incluso esos rumores que sonaba para Italia o para España poco a poco se fueron diluyendo y ahora con Ricardo Ferretti su papel en el equipo comienza a perderse y ahora con el regreso de Carlos Rodríguez su lugar en el 11 se perderá.
Lira pasa sus tardes pensando en que hubiera sido de haberse quedado en Pumas, si bien no es la principal vitrina, jugadores como Johan demuestran que de aquí también se puede mandar a Europa por lo que entre sus deseos sería ser rescatado por el equipo universitario y Mohamed busca un medio mexicano, la mala noticia es que para que Pumas lo pueda repatriar habría que pagar los mismos 4.5 millones de dólares, cifra que por el momento no está disponible en el Pedregal.
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