Por Jesus Lopez
Ser parte de Pumas, específicamente desde cantera además de un orgullo y responsabilidad muy grande, a veces puede ser una presión que no todos los jugadores pueden soportar, menos si se les comienza a ver y relacionar con otras grandes figuras que ha tenido el conjunto universitario y luego de no llenar sus tacos optan por el retiro.
Y es que desafortunadamente no cualquiera puede con esa responsabilidad, pero hay quienes al menos al tener la oportunidad se aferran a su sueño, aunque no sea en Pumas, pero el golpe puede ser muy fuerte al ego y hay quienes ni siquiera lo vuelven a intentar.
Hace diez años cuando aún estaba Memo Vásquez en el club optó por darle juego a muchos canteranos uno de ellos fue Michelle Castro, mediocampista con características más ofensivas del que se hablaban maravillas como que sería un canterano igual de destacado que Hugo, pero la realidad se quedó muy lejos.
El jugador debutó en 2011 entrando de cambio por Martín Bravo y así jugó 17 partidos entrando siempre de relevo, pero para el siguiente año futbolístico y con la salida de su mentor del club, el jugador terminó en Pumas Morelos en donde nuevamente no lo hizo mal, aunque ahí solo jugó 15 partidos, pero metió un gol.
A falta de oportunidades, Castro sorpresivamente se retiraría al año siguiente, y es que el jugador ni siquiera hizo el esfuerzo para buscar una oportunidad en otro equipo, por lo que no solo decidió colgar los botines con solo 24 años, sino que se encargó de desaparecer del mundo futbolístico hasta el día de hoy, un triste final para una de las promesas más grandes de la década pasada.
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