Por Jesus Lopez
La vida de cualquier persona puede cambiar al entrar a un equipo de fútbol, los jugadores dan un giro radical y a partir de que debutan pueden percibir grandes sueldos, tener una hermosa casa y el mejor auto, pero generalizar a lo positivo no sería lo correcto ya que hay casos, aquí mismo en Pumas, donde su vida se puede convertir en una completa agonía.
Así le pasó a Antonio García, canterano auriazul que pasó la mitad de su vida en los pasillos de CU, el ex lateral derecho estaba llamado a ser el dueño de esa posición, hasta que una lesión que fue mal tratada pues se aceleró su tiempo de recuperación, provocando una seria lesión en la cadera que hizo que el jugador perdiera la movilidad y tuviera que pasar un tiempo en una silla de ruedas.
García además, en diferentes ocasiones señala a Ares de Parga, presidente en turno cuando pasó su incidente, de nunca haber dado la cara para arreglar una indemnización para pagar su rehabilitación, al contrario, solo lo mandaba a hablar con José Ramírez vicepresidente de Operaciones en ese momento de Pumas, que le dijo las palabras que nunca va a olvidar: “ni modo, te tocó a ti, tuviste mala suerte, y si quieres demandar, demándanos”. Y Así fue.
Hoy en día, la vida le volvió a sonreír a Antonio García, hace unos meses presumió que pudo dejar la silla de ruedas, y aunque ya no volvió a las canchas, se le ve muy bien físicamente y ahora con 31 años, es parte de una agencia de representación llamada WBC Sports.
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