Por Luis Estrello
Hace un año Antonio Mohamed tomaba el control total de Pumas de cara al Apertura 2023, y al tener un entrenador de dicho calibre, muchos sabían que iba a pedir jugadores desde el primer día por lo que la cartera tenía que abrirse más, pero a muchos sorprendió que al primer jugador que pidió llegó gratis, con ocho meses sin un equipo profesional, Robert Ergas a quién como ya se está volviendo costumbre en este club, se le dio el beneficio de la duda.
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Sin embargo, tras un año en el club, Ergas no ha podido hacer valer su posición como refuerzo internacional el cual tiene la obligación de ser el jugador que marque la diferencia y demuestre el porqué se confía en él y no en un canterano, pero su desempeño ha sido pobre, en 35 juegos que ha visto minutos y solo 3 asistencias, por lo que la directiva va por otro jugador que al igual que el uruguayo puede jugar como lateral izquierdo, David Martínez.
De Martínez se había escuchado muy poco en México, pero basta con ver las publicaciones de prensa argentina sobre el rumor de venir a Pumas para notar como la afición de River Plate festejan que el argentino nacionalizado paraguayo salga de su club, lo que en primera instancia debería de preocupar de este lado, pero ahora si vamos a sus números es complicado tratar de entender lo que le ve la directiva auriazul.
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Se puede entender que la directiva va por Martínez porque tiene la cualidad de poder jugar como lateral, pero además de central, y así matar dos pájaros de un tiro cubriendo la posición que urge reforzar y conseguir un suplente para cuando no esté Nathan Silva o Lisandro Magallán, pero ya cuando se ven los números más recientes del potencial refuerzo da para pensar que estamos ante un Robert Ergas 2.0 pues llega solamente con nueve minutos jugados de cuatro partidos disputados, mientras que en la Copa de Argentina de 14 juegos, solo vio acción en dos cotejos, por lo que de entrada no parece que venga con el mejor de los ritmos, situación que entre la afición preocupa, pues con el obligado proceso de adaptación a nuestro fútbol y con esos números no se augura nada bueno, aunque como siempre en este club, habrá que dar ese maldito beneficio de la duda.
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