Por Luis Estrello
Julio González de momento es inamovible en Pumas y uno de los pilares del equipo, sin embargo, ha quedado claro que con Javier Aguirre no será como con Jaime Lozano y al menos en su primera convocatoria optó por dejarlo de lado, un golpe duro para sus aspiraciones mundialistas pues con 33 años, la copa del mundo del 2026 es su última oportunidad.
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La llegada de Jaime Lozano y a su vez, la lesión y tiempos duros tanto de Luis Malagón como Guillermo Ochoa todo se alineó para que Julio, quien ya había tenido convocatorias con el Jimmy, tuviera la titularidad en la Copa América refrendado su calidad de figura, misma que en Pumas ha sido respaldada pues con su gran momento llegó una renovación de contrato que le da seguridad en el arco universitario al menos hasta el verano del 2026.
Su nivel y el respaldo de Lema por apoyar a un arquero que si bien, es en líneas generales cumplidor, los años le juegan en contra y en Pumas hay ocasiones en las que parece ser necesario que se habrá la competencia de arqueros dando una oportunidad a Gil Alcalá o a Pablo Lara quien al final de cuentas en un par de años tendrá edad suficiente para ir peleando un lugar como titular.
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Lo de Gil Alcalá es un caso especial y al menos para el jugador uno muy desafortunado al que le ha tocado poner el pecho como un profesional pues en más de un año no ha visto un partido oficial, el cual fue ante Querétaro en los dieciseisavos de final de la Leagues Cup de ese entonces sumando 50 partidos como suplente de forma consecutiva, por lo que ahora con Julio por debajo de la primera línea que competirá por un lugar en la selección, la competencia en Pumas podría abrirse más.
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