El único jugador de Pumas que sí tuvo vergüenza y se quedó a escuchar los cantos del aficionado

El pasado encuentro entre Pachuca y Pumas en el Estadio Hidalgo dejó una imagen preocupante: la mayoría de los jugadores de Pumas se retiraron del campo sin esperar el tradicional Goya, un cántico icónico de la afición universitaria.

Este hecho ha generado diversas reacciones y ha puesto en el centro del debate la relación entre el equipo y su afición. ¿Indiferencia por parte de la gente o falta de conexión con los jugadores?

El silencio en el estadio

Tras la derrota de Pumas ante Pachuca, los jugadores se dirigieron hacia los vestidores, pero la mayoría no se detuvo para escuchar el Goya. Según testigos, solo Pablo Bennevendo se quedó en el campo, mientras que Piero Quispe lideró la retirada del resto del equipo.

Este gesto no pasó desapercibido para los aficionados que se encontraban en el estadio y para los que seguían el partido a través de la televisión. La falta de reacción de la gente para entonar el Goya y la posterior retirada de los jugadores generó un ambiente de tensión y descontento.

¿Falta de conexión entre equipo y afición?

Este incidente ha reabierto un debate sobre la relación entre los jugadores de Pumas y su afición. Algunos argumentan que la falta de apoyo y el silencio en el estadio son una muestra de la indiferencia de la gente hacia el equipo. Otros, en cambio, señalan que la afición se siente decepcionada por el rendimiento de los jugadores y que la falta de resultados ha generado un distanciamiento.

Es cierto que en los últimos años Pumas no ha logrado los resultados esperados y que el equipo no ha transmitido la garra y la pasión que caracterizan al club. Esto ha provocado frustración y desencanto en la afición, que ha visto cómo su equipo se ha alejado de los primeros puestos de la tabla.

Sin embargo, también es cierto que la afición de Pumas siempre ha sido fiel y que ha apoyado al equipo en las buenas y en las malas. El silencio en el estadio y la falta de reacción para cantar el Goya podrían ser una señal de que la gente se siente dolida y decepcionada, pero no indiferente.

¿Qué le depara el futuro a Pumas?

Este incidente en el Estadio Hidalgo es un llamado de atención para la directiva, el cuerpo técnico y los jugadores de Pumas. Es necesario que se reflexione sobre la situación actual y que se tomen medidas para reconectar con la afición y recuperar la confianza perdida.

Es fundamental que se trabaje en la construcción de un proyecto deportivo sólido y consistente, que se transmita la pasión y el compromiso que exige la afición universitaria. Los jugadores deben entender que representan a una institución con una historia y una tradición muy importantes, y que deben darlo todo en el campo para defender los colores de Pumas.

La afición, por su parte, necesita sentir que su apoyo es valorado y que su voz es escuchada. Es necesario crear espacios de diálogo y comunicación entre el equipo y la afición, para que se puedan expresar las inquietudes y los sentimientos de ambas partes.

Solo así se podrá reconstruir la relación entre Pumas y su afición y volver a crear ese ambiente de fiesta y pasión que siempre ha caracterizado al Estadio Olímpico Universitario.