Por Jesus Lopez
Los jugadores que visten la camiseta de las wilas y luego dan el salto hacia Pumas no tienen una tarea sencilla, en Ciudad Universitaria nunca se les ha dado la bienvenida con los brazos abiertos y eso lo experimentó un futbolista que apenas duró un torneo en el club.
Estamos hablando de Raúl Salinas, uno de los fichajes auriazules más polémicos de los que se tenga recuerdo. El futbolista vino a préstamo en 2006 y a los seis meses volvió a Coapa tras lo mal que lo pasó en el Pedregal, de todo vivió en su corta estancia.
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En una entrevista para el canal de YouTube ‘Chepe’, confesó el calvario que le tocó vivir con algunos radicales: “Me buscaban en el carro del Pikolín, si no iba escondido en la cajuela, me aventaban cabezas de pollo, muchos saludos a mi mamá, ya te imaginarás, todos gritándote”, narró.
Agregó que incluso debió de llegar en una camioneta blindada y ocupó escoltas de la universidad por casi dos meses, la hostilidad fue tan grande que las wilas le llamaron por si quería regresarse. “Para mí era incomodísimo porque no soy político, era increíble”.
La trayectoria de Raúl Salinas en Primera División duró una década, pasó por Universidad Nacional, wilas, Necaxa, Veracruz y Atlante. Sin duda su pasó por Pumas fue uno de los más difíciles de los que se tenga recuerdo, tras el 2011 se quedó sin equipo.
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