Por Jesus Lopez
En los años recientes Pumas se ha deshecho de sus figuras con una facilidad que difícilmente se puede encontrar en otro equipo. Carlos González, Alan Mozo o Juan Pablo Vigón son los ejemplos recientes. La afición le ha reclamado a la directiva, pero ellos tampoco la han pasado bien fuera de Ciudad Universitaria.
‘Charly’ y Vigón se fueron a Tigres, en el caso del chileno tuvo buenos momentos hasta que Miguel Herrera lo mandó a la banca. Él quería jugar y tomó la decisión de irse al Toluca, donde otra vez está en el banquillo de suplentes, ahora por su bajo rendimiento. Por su parte, Juan Pablo también ha comenzado a ser borrado.
Era la joya de Pumas, llegaba a entrenar en metro, ahora Lillini lo ha borrado
Valía 450 MDP, llegó a Pumas como crack y se ha devaluado, no es del Prete
El peor de los casos sin duda es el de Alan Mozo, el canterano de Universidad Nacional que quizá no era el más talentoso, sin embargo, su garra y corazón contagiaban a todo el equipo. Se fue a Chivas con un mayor sueldo y allí está hecho un verdadero tronco, de seguro extraña el Pedregal.
Mozo ahora gana alrededor de 13 millones de pesos al año sólo para calentar la banca del Guadalajara. En el juego contra los wilos ingresó de cambió y se vio muy diferente al que hace poco llevara a Pumas a una final de Concachampions, no dio un pase bueno y en cuanto tomaba al balón metía centros sin razón al área.
En el conjunto auriazul sus grandes actuaciones derivaron en que presionaran a Gerardo Martino para que lo llevara a la selección mexicana. Sus actuaciones parecían ser argumentos suficientes. En los chivos la historia es distinta, ya nadie se acuerda de haberlo sugerido para el TRI.
23/11/2024
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