Por Jesus Lopez
La carrera de Andrés Lillini como director técnico sufrió un duro golpe en el Apertura 2022, después de llegar a la final de la Concachampions lo recompensaron con una renovación que terminó por ser dinero tirado a la basura. Le exigieron la octava estrella en Pumas, pero ni siquiera logró entrar a repechaje.
Lo peor es que derrochó el dinero que tanto trabajo le costó ahorrar a la directiva en troncos como Gustavo del Prete. El argentino fue un capricho que de acuerdo con varias fuentes costó 90 millones de pesos (4.5 MDD). Quizá nadie esperaba que resultara ser tan malo, pero su necedad con otro bulto resultó ser su peor error.
Vale un millón, merecía una chance en Pumas, pero Lillini prefirió a consentidos
No es del Prete, el peor fichaje de Pumas que ya ni Lillini volteó a ver
Cuando Alfredo Talavera se fue por la puerta de atrás del equipo era incuestionable que habría un enorme hueco en la portería. La directiva del doctor Miguel Mejía Barón fichó a un experimentado Gil Alcalá, un arquero con experiencia como titular en Gallos Blancos de Querétaro.
El técnico le dio la oportunidad a Julio González, el hombre que siempre estuvo por detrás de Tala. Desde el primer minuto demostró que la camiseta le quedó grande, regaló rebotes, goles y puntos. Cualquier otro estratega lo hubiera sentado, sin embargo, Lillini se quedó con él.
Con todo y el desastre del torneo, Pumas llegó con vida a las últimas jornadas, Julio se encargó de enterrar toda esperanza tras regalarle goles a Toluca, Cruz Azul y ya estaban fuera, pero ante FC Juárez también se comió un disparo que le pasó por las piernas. Andrés tuvo una severa obsesión con el portero y terminó por ser su peor decisión.
26/12/2024
26/12/2024
26/12/2024
26/12/2024
26/12/2024
26/12/2024
26/12/2024
26/12/2024
26/12/2024
26/12/2024
25/12/2024
25/12/2024
25/12/2024
25/12/2024
25/12/2024
25/12/2024
25/12/2024
25/12/2024