Por Jesus Lopez
Jorge Ruvalcaba es la gran promesa de una cantera que ha dado talento a cuentagotas en los años recientes, pero el joven perdió el torneo sentado en la banca por la culpa del director técnico Andrés Lillini. Ni el terrible paso en el certamen provocó que el estratega volteara a verlo.
El atacante mexicano siempre fue su última opción, por delante estuvieron los extranjeros e incluso César Huerta. De nada le sirvió al dorsal 35 haber destacado en el primer semestre del año en liga y Concachampions, ya que el club gastó en refuerzos que el entrenador se obligó a utilizar.
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Lillini metió a Ruvalcaba para que le resolviera el partido en los 10 o 15 minutos finales, pidió demasiado, sin embargo, en cada oportunidad se le vio al atacante mexicano como un revulsivo. Con cualquier otro estratega hubiera sido titular, el problema con Andrés fue su obsesión por foráneos y becados.
El Apertura 2022 había arrancado de maravilla para Jorge, fue titular en las primeras fechas hasta que un golpe frente a Pachuca lo alejó un par de semanas. Allí perdió al técnico porque después sólo estuvo una vez en la alineación en los siguientes 10 partidos.
Pumas trajo a tres jugadores más para competir por un puesto en el ataque: Del Prete, Eduardo Salvio y César Huerta. El exceso de atacantes provocó que Lillini limitara sus minutos, esto fue un error porque Ruvalcaba mostró más que ‘Tuti’ y ‘Chino’ a pesar de jugar menos tiempo.
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