Leopoldo defiende a Del Prete, pero los números no mienten sobre su paso en Pumas

En Pumas hay una sensación agridulce con el equipo, por un lado, no podemos negar que Pumas tiene un mejor rostro que hace un par de años, por fin hubo refuerzos que desde el primer momento responden, aunque claro, no todo es perfecto y la afición entiende que Gustavo del Prete simplemente ha demostrado no ser jugador para el Club Universidad y así se lo han hecho saber cada vez que entra o sale del campo.

La afición de Pumas es la mejor de México, aguanta 12 años sin campeonar, pero alientan y acompañan al equipo donde sea que juegue, pero tampoco hay que confundirla con una parcialidad que solape la mediocridad y la exigencia siempre está presente y Gustavo con un año en el equipo, no ha desquitado esos casi 17 millones de pesos que gana anualmente según Salary Sport.

Sin embargo, Leopoldo Silva (que tampoco es muy amigo de la grada de Pumas) esta mañana en la presentación de la extensión del contrato con DHL aprovechó los micrófonos para decir que no está de acuerdo con el reclamo de la afición, y aunque respeta esa postura, coincide con Mohamed que debe haber un acompañamiento durante el partido, y al final venir los reclamos y cuestiona: ¿Por qué abuchearon a uno? Porque el partido pasado no metió gol, no es una razón suficiente para abuchearlo, no es que haya tenido un mal desempeño en los últimos 10 partidos.

Defiende lo indefendible

Es ahí que nace la duda si Leopoldo conoce a sus jugadores, porque si lo hiciera sabría que son más de 10 partidos en los que Gustavo quedó a deber, si bien, tiene un gol este semestre contra Pachuca, sus números, comparados a lo que hizo en sus anteriores equipos y sobretodo comparando costo-resultados, es peor de lo que uno puede imaginar, y mejor debería reconocer su mala decisión en traerlo ya que en 41 partidos con Pumas, solamente ha marcado 6 goles y 6 asistencias, cifra que no es ni la mitad de lo que hizo en Estudiantes de la Plata en casi el mismo número de partidos, por lo que aunque suene mal, la afición tiene todo el derecho (y los números de su lado) para reclamar lo que quieran: