El millonario capricho de Lillini que Mejía Barón se arrepintió de cumplirle

Pumas abrió la cartera en el verano con la renovación de Andrés Lillini y fichajes de lujo como Dani Alves, Gustavo del Prete o Eduardo Salvio, sin embargo, el equipo se vio peor que cuando tenía una plantilla modesta. El primero en caer fue el director técnico, quien dejó claro que negociar no fue lo suyo.

Después de que el club evitará durante años entrar a billetazos al mercado, finalmente lo hicieron con la mente puesta en ser campeones. Los dos años de Lillini al frente del equipo le dieron los argumentos suficientes para que Miguel Mejía Barón le permitiera buscar a un refuerzo.

Más noticias de Pumas:

Ruvalcaba está para Europa y lo que le pide a Pumas rumbo al próximo torneo

Cobraba 28 MDP en Pumas, terminó peleado y salió por la puerta de atrás

El elegido por Andrés fue Gustavo del Prete. El Tuti reveló en su llegada a México que vino gracias al trato personal que le dio el argentino, lo reclutó con base en llamadas telefónicas. La directiva le dio el visto bueno y periodistas como David Medrano revelaron lo costoso que salió.

El capricho de Lillini le costó a Pumas 4.5 millones de dólares. Nadie se quejó en ese momento de la cantidad de dinero porque estaban encantados con su desempeño en Estudiantes de La Plata, incluso en la jornada dos regaló un destello tras anotarle el León.

Fue un bulto

Tristemente su tanto ante La Fiera fue lo único bueno que hizo en el torneo, a partir de allí pasó a convertirse en un fantasma. Con ese dinero Universidad Nacional pudo haber retenido a Alfredo Talavera o Alan Mozo y les hubiera sobrado. El pésimo fichaje haría que cualquiera se arrepienta de haberlo traído.