Por Jesus Lopez
Alan Mozo es uno de los últimos jugadores que salieron de la Cantera de Pumas que pudieron pegar un salto a otro equipo al finalizar su proceso formativo y un breve ciclo como referente en el que alcanzó una final de liga y una de copa, sin embargo, le quiso dar un giro a su carrera y acabó por llegar a Chivas en donde lo tienen en un buen peldaño.
Alan Mozo llegó a la CDMX con la mente puesta en ganarle a Pumas, tal y como ha sucedido históricamente cuando un canterano vuelve y eleva su nivel, así pasó con Mozo que fue el más destacado de su equipo teniendo un encuentro muy bueno en contra de César Huerta en dónde no le permitió hacer mucho al jugador de Pumas, aunque no se fue limpio de ser bailado en un par de ocasiones.
Sin embargo, la relación con la tribuna poco a poco es más distante, aunque al inicio del encuentro no había un enganchamiento de nosotros hacia él, conforme avanzó el juego y comenzó a demostrar que en Chivas aprendió otras mañas, la afición poco a poco se empezó a meter con él, hasta que en una jugada pidió a los rojiblancos subir el volumen de su aliento, desde ahí, cada vez que la tocó se llevaba una fuerte silbatina por parte de los auriazules.
Al finalizar el encuentro Mozo fue a despedirse de sus ex compañeros, de los cuales ya quedan muy pocos, uno de ellos, Juan Dinenno que al día de hoy sigue siendo uno de sus mejores amigos, incluso ha viajado a la CDMX para irse a tatuar con él y convivir con la familia del Comandante, por ello su abrazo era más que esperado dejándonos una postal que a muchos les va a doler mirar.
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