Por Jesus Lopez
A lo largo de la historia, Pumas ha tenido muy buenos jugadores formados en la Cantera universitaria, siendo reconocidos por mucho tiempo como los mejores desarrolladores de talento del país, título que actualmente perdieron y se busca volver a recuperar con la formación de más jóvenes talentosos.
Si un equipo tiene una buena escuela no solo es beneficioso para el propio equipo, también repercute en la selección mexicana, pues les dan más opciones para tener mejores jugadores representando a nuestro país, ya que finalmente si a la selección le va bien al fútbol mexicano también y funciona también a la inversa.
Uno de los mejores jugadores mexicanos del momento es Santiago Giménez, el delantero formado en las fuerzas básicas de Cruz Azul que acaba de quedar campeón de la Eredivise en Países Bajos y no solo eso, también se convirtió en el goleador del equipo, rompió el récord de más goles en la primera temporada europea para un mexicano y está peleando por ser el goleador del torneo.
Un caso de éxito que pone a México muy contento y con amplias expectativas para su futuro, pero antes de que lograra todo eso hubo un jugador con el que compartió sus últimos momentos en nuestro país, uno nacido de la cantera auriazul que fue determinante para que el ‘Bebote’ esté donde está ahora.
Antes de partir a Países Bajos, Santi coincidió más de un año con el canterano auriazul Erik Lira, quien fue parte vital de su gran racha goleadora en México, pues con sus pases Santiago se convirtió en el líder de goleo y por consecuencia interesó en Europa. Este es un pequeño ejemplo de como pequeñas acciones hacen la diferencia y pueden generar algo enorme.
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