Por Jesus Lopez
Pumas gastó 90 millones de pesos en el argentino Gustavo del Prete, un jugador que continúa sin desquitar un centavo e incluso parece que su lugar en lo que resta del torneo se encuentra en la banca. Todas las expectativas que generó su llegada se fueron a la basura en poco más de dos meses.
El gran ganador sin duda es Estudiantes de La Plata, los 4.5 millones de dólares de su carta fortalecen la economía del club, mientras continúan buscando a jóvenes talentos que brillen en su equipo para después venderlo al mejor postor. Nadie veía en el ‘Tuti’ a un petardo, pero al final todo indica que la directiva se equivocó en traerlo.
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La responsabilidad recae en Andrés Lillini, con las finanzas sanas la directiva le dio el voto de confianza para que eligiera al refuerzo que más quisiera y se lo cumplieron. Ahora del Prete tiene contrato con Pumas hasta 2025, eso casi le garantiza otra oportunidad para seguir por lo menos un certamen más.
Con tantos jugadores argentinos por elegir parece que el estratega seleccionó al peor. Tal vez se equivocó de futbolista, pero quizá no de equipo, ya que Estudiantes tiene a un crack que posiblemente estaría rindiendo mejor mucho mejor en México y su costo habría sido más barato.
Si hay alguien respetado en la Liga MX y que todavía conserva ese instinto de killer es Mauro Boselli. El ex jugador de León ya es un veterano en el futbol, pero le habría salido mucho más económico a Pumas. El argentino la rompió en sus seis años dentro de nuestro balompié y todavía tiene gas en el tanque. Sería alguien capaz de meter los trazos de Dani Alves que los auriazules se han cansado de fallar.
23/11/2024
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