Por Romario Paz
La afición de Pumas se encuentra en una montaña rusa de emociones. Por un lado, la inminente llegada del joven y prometedor portero Alex Padilla genera gran ilusión. Por otro, la confirmación de que su incorporación se retrasará hasta después de la Supercopa de España, que culmina el 12 de enero, representa un duro golpe para el inicio del Clausura 2025. Este retraso podría significar que Pumas arranque el torneo sin su flamante refuerzo, un factor que podría afectar significativamente el desempeño del equipo en las primeras jornadas.
Padilla, de 21 años, está a punto de concretar su salida del Athletic Club, donde tiene contrato hasta 2027. A pesar del interés de otros clubes, Pumas se perfila como el destino más probable para el joven guardameta. Las negociaciones entre ambos clubes avanzan favorablemente, con una cesión que podría extenderse hasta junio de 2026 e incluso incluir una opción de compra. El propio director técnico del Athletic Club ha confirmado las pláticas entre el jugador y el club universitario.
Sin embargo, la mala noticia se ve empañada por la decisión del Athletic Club de retener a Padilla para la Supercopa de España, que se disputará en Arabia Saudita a partir del 8 de enero. Esto implica que el portero no podrá incorporarse a Pumas sino hasta la semana siguiente, perdiéndose así el inicio del Clausura 2025, que arranca el 12 de enero con el partido contra Necaxa.
Esta situación representa un contratiempo importante para Pumas. El equipo, que terminó el Apertura 2024 en la cuarta posición y fue eliminado en cuartos de final por Monterrey, busca reforzar su plantilla para aspirar al título en el próximo torneo. La llegada de Padilla se considera crucial para fortalecer la portería, especialmente considerando la posible salida de Gil Alcalá y la edad de Julio González (33 años).
La directiva de Pumas, consciente de la necesidad de rejuvenecer y fortalecer la portería, ve en Padilla al futuro dueño del arco. Su trayectoria en las selecciones mexicanas sub-23 y absoluta, sumada a sus actuaciones con el primer equipo del Athletic Club, lo avalan como un portero de gran proyección. Incluso, se le considera un firme candidato para formar parte de la terna de guardametas que competirán en el Mundial 2026, gracias al respaldo de figuras como Javier Aguirre.
A pesar del optimismo generalizado por la calidad de Padilla, la realidad es que Pumas tendrá que afrontar las primeras jornadas del Clausura 2025 en caso de que se oficialice su llegada. Esto podría obligar al cuerpo técnico a improvisar o a depositar la confianza en Julio González, quien a pesar de su experiencia, ya no es el mismo de antes. Este retraso genera incertidumbre sobre el rendimiento del equipo en el arranque del torneo y podría afectar la moral de la afición.
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