Por Jesús López
Pumas en este mercado de pases además de buscar a sus nuevos jugadores, también se topó con que había que arreglar lo que dejó Leopoldo Silva, jugadores con contratos muy grandes que ya no entran en planes de la administración actual a los cuales había que buscarles acomodo, Higor Meritao, Favio Álvarez y Nicolás Freire.
Este último fue de los más complicados, en verano Antonio Mohamed le hizo saber que no entraba en planes para su proyecto, pero Freire hizo todo en sus manos para mantenerse en Pumas, hasta que una oferta lo envió al viejo continente, Olympiacos el destino, aunque duró muy poco tiempo, le rescindieron el contrato pues pasó más tiempo lesionado y tuvo que volver a ponerse a disposición de Universidad.
Por ello volver a acomodarlo iba a ser muy complicado, su rendimiento harían que cualquier equipo rechazara la oportunidad, pero de forma sorpresiva, Freire ahora será compañero de Lionel Messi, Luis Suárez y compañía, pero, en la semana se había informado que había sido petición de Gerardo Martino pues lo conoce gracias a su paso por el Tri, pero hubo un verdadero culpable, Miguel Mejía Barón.
Pumas debía volver a acomodar a Nicolás Freire, pero ningún equipo preguntaba por él, por lo que la directiva, según Francisco Arredondo de Mediotiempo fue la que convenció a David Beckham y a la directiva del conjunto del Inter Miami de que fichar a Nicolás Freire era su mejor opción, más allá de que venga de una lesión y no haya sanado por completo, los convencieron mostrando sus estadísticas en la Concachampions del 2022 en la que llegamos a la final, además de argumentar que el nivel de Freire es óptimo para potenciarlo en el área de la Concacaf, eso habría sido suficiente para adquirir a préstamo de un año con opción de compra al defensor argentino.
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