Por Jesús López
Andrés Lillini solía tener un buen ojo para elegir jugadores, sin embargo, con Gustavo del Prete si que se equivocó, aunque su paso por Estudiantes de la Plata pudo haber engañado a cualquier visor pues en Argentina el delantero parecía ser simplemente un jugador al que le hacía falta potenciar un poco su juego para llegar a Europa, pero acabó en el Mazatlán.
Así acaba la historia del que por números es el peor fichaje en la historia de Pumas ya que se invirtieron 4.5 millones en su arribo, más 15 millones de pesos anuales en sueldo, más la renta de un departamento y todas las comodidades que puede tener un futbolista profesional, y a cambió la directiva se lleva absolutamente nada.
Lo único positivo es que con su salida, ahora Pumas puede pensar en otro jugador para reforzar ya que teníamos las plazas para jugadores no formados en México llenas y desde hace unas semanas la directiva buscaba liberar para ir a por Marquinhos Costa.
Decir que Del Prete es el peor refuerzo que ha tenido Pumas no es algo que sea en contra del jugador, quien a pesar de todo siempre puso todo de sí para lograr llenar esta playera, pero los números no mienten y Gustavo en Universidad, tras tener un buen rendimiento en Argentina, tuvo más tarjetas amarilla que goles, pues al tuti lo amonestaron en 8 ocasiones y solamente pudo marcar en siete ocasiones, un gol cada 7.7 partidos.
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