Por Sergio Ruiz
Manuel Negrete, el "Eterno 22", es sinónimo de pasión, talento y goles para la afición de Pumas. El mediocampista mexicano, reconocido por su habilidad para marcar goles espectaculares, dejó una huella imborrable en el corazón de los universitarios.
Un puma de corazón
Negrete llegó a Pumas en 1979 y rápidamente se ganó un lugar en el corazón de la afición. Su estilo de juego vistoso y su capacidad para definir las jugadas lo convirtieron en uno de los jugadores más queridos del equipo. Su dorsal número 22 se convirtió en un símbolo de identidad para los aficionados universitarios.
Goles inolvidables
El "Chivo" Negrete nos regaló momentos inolvidables con la camiseta de Pumas. Sus goles de chilena, sus disparos de media distancia y su habilidad para encontrar espacios en el área rival lo convirtieron en un auténtico goleador. Uno de sus tantos más recordados fue el que marcó en el Mundial de México 1986, un golazo de tijera que quedará grabado para siempre en la historia del fútbol.
Un líder dentro y fuera de la cancha
Además de ser un gran jugador, Negrete fue un líder dentro y fuera de la cancha. Su carisma y su personalidad lo convirtieron en un referente para sus compañeros y para las nuevas generaciones de futbolistas. Su compromiso con Pumas y con el fútbol mexicano lo convirtieron en un ejemplo a seguir.
Un legado que perdura
El legado de Manuel Negrete en Pumas es inmenso. Sus goles, sus títulos y su liderazgo lo convirtieron en una leyenda del club. Su nombre sigue siendo mencionado con respeto y admiración por los aficionados universitarios.
Un ídolo para las nuevas generaciones
Hoy en día, Negrete sigue siendo una figura muy querida por la afición de Pumas. Su historia inspira a las nuevas generaciones de jugadores a dar lo mejor de sí mismos y a defender con orgullo los colores del equipo.
22/12/2024
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